los asistentes congregados en la plaza de Las Escuelas, preferentemente a la sombra, esperaron con impaciencia a que el jurado probara y calificara las cazuelas.
Los dulzaineros entre tanto, tambien a la sombra, ¡qué calor hizo!, amenizaban la espera. Los organizadores y el jurado preparados, ya.
No es por daros envidia, pero en dos ocasiones vi como la jurado (veterinaria de quesos Cerrón) se chupaba los dedos.
Tres de las ganadoras. Puri en representación de la sociedad Puri and Paula nos enseña el trofeo.
A Maxi la oí decir, en broma, que ella quería ya el 1º premio. Marisol recibió tambien muchos aplausos.
El primer premio, estaría muy bueno, no lo dudo, que me perdone pero creo que tuvo una ventaja, tenía la cazuela en las brasas, se despistó, le estuvieron esperando y mientras, las demás cazuelas se enfriaron, la llevó al final y el jurado probó su cordero que estaba ademas de bueno, calentito. Que conste que no lo digo porque no sea de mi pueblo.
Durante la espera, se podía ver de grupo en grupo, como difrutaban jóvenes, mayores y recién nacidos, o mejor dicho, sus padres.
Ya os dije, Juan Carlos y señora, Goyo y señora, atrajeron la atención con sus hijos, nacidos casi al tiempo. Todos queríamos verlos y dar la enhorabuena a los padres.
Los señores de las grandes cazuelas que llevan desde temprano soportando el intenso calor (se quitaron las camisetas a media mañana) repartieron su guiso y cada familia se aplicó con el condumio.
Pero como nos llega gente de lejos y ellos y nosotros queremos quedar satisfechos a tope,
añadimos más ingredientes al festejo. En nuestra mesa cayó una hermosa paella.
Y una queimada
Y finalmente algunos se fueron al merendero de Evelio y Bernabé a bajar la comida, echando unos bailes. Pero no fué suficiente y hubo que dar un paseo.
¡Ah!, falta decir que, el resto del personal estaba en las bodeguitas. ¡Puedo dar fé de ello!ABelén
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