lunes, 27 de febrero de 2012

Torrepadre: Día Internacional de la Mujer Trabajadora


Con motivo del día internacional de la mujer trabajadora (8 de marzo) me gustaría recordar a las que en otros tiempos, también difíciles, demostraron una gran fuerza de voluntad. Empiezo por mi abuela Indalecia (en la foto, Indalecia es la señora pequeñita de la segunda fila junto a la puerta de la Iglesia y Aurea, mi madre, la novia). No es nuevo lo de la crisis, es más, en Torrepadre parece que era endémica.






Bueno pues en una de esas épocas insoportables, la señora Indalecia con 5 hijos decidió hacerse panadera a pesar de que su madre (una señorona) presumía de que, por su porte, en Lerma le preguntaban si era la maestra de Torrepadre. Pues bien, Indalecia aprovechó que su hija mayor (mi madre) ya podía ayudarla y entre las dos organizaron la "empresa". La cosa duró unos años de mucha fatiga, ya que todo el proceso era artesanal desde cortar, cargar y llevar la leña y encender el horno, hasta amasar la harina con la levadura, hacer las hogazas, meterlas y sacarlas del horno cuando estuvieran doradas con unas largas palas y venderlas. 
Era mucho trabajo pero tenían buenos ratos, porque el entorno del horno era acogedor y allí, sin prisa, las visitantes escuchaban los cuentos y dichos de la señora Valeria o los amigos de mi madre acudian a pasar la velada.
Esto duró que hasta que los hermanos fueron mayores y pudieron ayudar en la agricultura y mi madre se casó y se fué a vivir a Madrid.

Otro caso fué el de Desi, una torrepadreña prima de mi madre, que se casó en Madrid y su marido, en aquellos tiempos, la abandonó, dejándola sola con dos hijos. No le quedó más remedio que emigrar con ellos a Argentina y allí los sacó adelante, la chica se hizo enfermera y el chico militar. Mi madre decía que su vida era como una novela.

Y etc.

¿Y ahora qué?

En el pueblo ya quedan pocas mujeres con edad de comenzar un negocio pero ahí están Ahinoa y Marta con el bar, Tere con la ganadería, Rosa con el huerto....... y no se puede descartar que alguna de las que están fuera elija volver y  dedicarse a una de las cosas que recomiendan los expertos: la industria agroalimentaria, los servicios, artesanía, salud, formación, ocio.....



Estaría bien que hablarais aquí de otras historias de mujeres valientes de Torrepadre, nos gustaría mucho a todos. Mandarlas al correo torrepadre@gmail.com, porfa.

Rosa, inspirada en los nuevos tiempos escribió este poema. Esperemos no perder la esperanza y si no, siempre nos quedará Torrepadre.

Otros tiempos, otras esperanzas.

Con la mochila a cuestas
cargada de esperanza
un día partí
para tierras extrañas
A cada momento
la vida me enseñaba
a valorar más
lo que atrás quedaba.
Dejé el campo, amigos y casa
y pasaba el tiempo en duras jornadas
Los sueños seguían siendo sueños
¿y en la mochila?..¡sólo esperanza!
Con los pies cansados de tantas pisadas
Con la boca seca de tantas llamadas
lleno de tristeza
regreso a mi casa
¡Y la mochila!...vacía de esperanza.

Gracias a Laura por enviarnos la foto de Ahinoa, Conchi y Marta.