lunes, 25 de febrero de 2008

Torrepadre: ¡Que majos!.-1

Alguno dice "que maja la Aurita, cómo se acuerda de su pueblo" y eso me halaga, pero hay decenas de majos (por lo menos diez o doce decenas), los que acuden asiduamente al pueblo: hijos de Marisol, Juana, Prestila, Isabel mayor y menor...(en otra ocasión saldrán más) y otras personas, por ejemplo las que se ven en estas fotos:



En la foto de la arriba, jóvenes que viven o trabajan fuera pero que se acercan , los de Burgos casi todos los fines de semana y los de más lejos todas las vacaciones. Si contara un recuerdo de cada uno tendríais para rato, porque yo me fijo.
Rosa que (en primer plano pero de espaldas) se pasa la mayor parte del año en el pueblo disfrutanto con su huerto, y Teresa , en el centro entre los jóvenes, que está en el pueblo cada dos por tres, ambas se prestan con entusiasmo para ayudar en las actividades que aquí se organizan.

En la otra foto, en el centro Severina, que cuando se jubiló su marido, dejaron un gran pueblo de Zaragoza para venir a vivir a la magnifica casa que se habían preparado y dónde Esteban ha disfrutado con tranquilidad los últimos 20 años de su vida. A la derecha Milagros, que junto a su marido, hermanas, cuñados y descendencia, pasan en el pueblo grandes temporadas y contribuyen con su alegría vital a la animación del pueblo.



Continuará........




sábado, 16 de febrero de 2008

Torrepadre: Avance de primavera

No me refiero a la moda, sino a la naturaleza (que es lo mío):



Jardín "made" Eloy.
Y los páramos del camino de Cobos, pocos de "la capital" han visto un espectáculo tan colorido.

El río se desborda (casi), por lo menos hace cascada en la presa de Escuderos.
Y María, siempre y en todas las épocas del año visitando el río en "los carros"

Y si os fijais, la vida renace también en los arroyos del soto.

sábado, 9 de febrero de 2008

Torrepadre: Tal como era.










Estas fotos son de hace mas de 50 años, cuando el pueblo era mucho más pequeño y el río mas grande, es la evolución (cómo la de los que aparecen en las fotos, alguno ya desaparecido).

El pueblo tenía calles de tierra, luz sólo por las noches, carecía de agua corriente, todas las casas eran de adobe y sin embargo era "una monada".

El río era muy grande o nosotros muy pequeños (mi hermano, Alejandro, yo y mi prima Pili en la foto por este orden). Aquí se juntaba un arroyo ancho que discurría en esa zona paralelo a la carretera (cruzarlo era divertido, había que andar por un tronco de árbol que a veces no se estaba quieto), esta parte del río estaba bien para bañarse ya que cubría poco y estaba limpio porque en esta época no se vertían los desechos. En las cuadras era dónde se reciclaban "todo tipo de basuras".