Como pongo en el título, siempre me ha gustado y he admirado el cariño con que Feli recibía a familiares, amigos, vecinos y a todo el que asomara por su puerta.
Era una persona muy especial, de esas que nunca pierden la sonrisa, que te daba todo lo que tenía sin dudar, en fin, un encanto de mujer muy querida por todos.
Al irse perdemos una de las figuras más genuinas de Torrepadre, por eso siempre la recordaremos.
A muchos les parece cursi la poesía, a mi no y por eso la dedico este poema que habla de las cosas que podría ver en este momento en el campo de Torrepadre.
Feli, buena amiga,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos?
¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?
¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas,
Y blancas margaritas
entre la fina hierba?
Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.....
Con las lluvias de abril ya las abejas
libarán del tomillo y el romero....
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Feli, buena amiga,
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, subiste a lo más Alto,
y allí disfrutarás de esas bellezas.